¿Quién no ha recurrido en alguna ocasión a Internet para saber más sobre algún tema relacionado con la salud? Según el último estudio del Centro de Investigaciones Pew, un 80% de los usuarios de Internet suelen utilizar la red para resolver dudas relacionadas con la salud. La mayoría de las consultas están relacionadas con síntomas y cómo tratar dolencias. En principio no debería haber mayor problema, si no fuera porque muchos de los sitios que ofrecen estas respuestas, no son siempre fidedignas con la información que suministran.
Entonces, si hay tanta gente interesada en estos temas, ¿cómo se puede saber cuándo la información es correcta?
Fuentes fiables
Según “Inside Health”, un programa de radio de la BBC, los expertos consultados en esta materia afirman que «en Google hay 70.000 búsquedas relacionadas con la salud cada minuto«. Según el profesor Carl Heneghan, director del Centro de Medicina Basada en Evidencia de la Universidad de Oxford, lo principal es conocer cómo funcionan los buscadores tipo Google. Mucha de la información que se ofrece se puede orientar de manera deliberada al reclamo publicitario. Tanto las marcas, como Google son conscientes de ellos, y muchas de los resultados que encuentras podrían estar manipulados para que encuentres lo que ellos quieren que encuentres al buscar sobre una determinada enfermedad. Según Heneghan, el 35% de las personas acuden a Internet para autodiagnosticar sus síntomas. En algunas ocasiones las búsquedas son tan inocentes como «¿Qué causa el hipo?», que fue lo más buscado en “salud” en Google en 2017. En otras son sobre enfermedades graves y, por ello, hay que confirmar la fuente.

Una clave para elegir la fuente de información es que nunca hay que asumir que las mejores respuestas son las que primero aparecen. Lo mejor es que hagas una búsqueda en todos los resultados que encuentres en, al menos las tres primeras páginas. Heneghan recomienda usar Google Académico, la opción especializada en contenido y bibliografía científico-académica.
Examen médico a través de la Red
El estudio también pone de relieve que algunas webs ofrecen a sus usuarios un examen médico en el que pueden enumerar sus síntomas y solicitar un diagnóstico. En este caso los investigadores advierten que según la revista académica BMJ, que analizó cerca de 20 webs que ofrecía estos servicios, sólo acertaban un tercio de las veces. Además, otro problema que se suele detectar es que no siempre enumeran las posibles enfermedades en orden de probabilidad. Si lo primero que encuentras es muy alarmante, tu percepción quedará sugestionada. WebMD y Kidshealth.org, son algunas de las webs que, según los investigadores, tienen un buen verificador de síntomas. Así que, si no puedes esperar a ver al médico, siempre tienes esta opción.

Consejos adicionales
- Confirma que los resultados ofrecen información basada en evidencias comprobables.
- Conoce quién está detrás de la fuente. Comprueba que detrás no hay una compañía que tenga intereses que condicionen la información.
- Intenta ser lo más específico posible en la búsqueda. Así acertarás más en las repuestas.
- El uso de foros es recomendable en muchas ocasiones. Te permite estar al día y conectar con personas que están en una situación similar. Sin embargo, los expertos animan a estar alerta. Muchas de las webs que soportan los foros están financiados por empresas que intentarán vender algo relacionado con el tema. Además, sugieren usar estos grupos como una fuente de muchas, no como la única.
- Por último, no te obsesiones. Es importante encontrar un equilibrio y usar el sentido común.