Nadie duda ya que la industria farmacéutica ha dejado atrás una época y hoy se muestra como un sector abierto, preparado para el reto tecnológico que traen los nuevos tiempos. Es uno de los grandes motores de la economía mundial y actualmente se coloca a la cabeza de la inversión en I+D. En un sector donde, de alguna u otra manera, siempre ha estado presente la tecnología como motor de su evolución, la transformación digital va a suponer una nueva gran revolución.
Como eje central de esta revolución farmacéutica, y por supuesto sanitaria, encontramos la red 5G. La principal diferencia y valor añadido de esta nueva tecnología es que reduce la latencia, que es el tiempo que tarda un dispositivo en ejecutar una orden. Así, mientras que la conectividad 4G tarda poco más de 100 milisegundos en responder a esta orden, la quinta generación reduce este intervalo de respuesta a un milisegundo.
Por tanto, la quinta generación de conectividad móvil empieza a estar presente en el sector con la interacción en directo, iniciativas de telemedicina y la asistencia remota. A esto hay que sumarle el desarrollo de nuevas apps, actualmente existen más de 325.000 apps de salud, que favorecerán una nueva relación entre la farmacia y sus clientes.
La llegada del 5G a España
El pasado febrero, en el marco del MWC, la tecnología 5G demostró que va a jugar un papel muy relevante en la salud y en la farmacia. Muy interesantes fueron por ello, los ejemplos prácticos sobre la asistencia remota en alta definición entre el especialista del hospital con el paciente y los profesionales dentro de la ambulancia, y la prueba piloto con un quirófano conectado con 5G.
SI focalizamos en la farmacia, la llegada de esta tecnología va a agilizar los procesos, mejorando su gestión y obteniendo una optimización de la calidad asistencial. Pero para aprovechar todas estas ventajas es muy importante que el farmacéutico esté formado y sepa manejarlas. Además, es interesante que cuente con el respaldo de una consultora que sepa cómo implantarla de manera óptima en utilización y diseño. De esta manera la farmacia podrá ofrecer a sus usuarios la mayor calidad asistencial, al mejorar la accesibilidad a los consejos y recomendaciones del farmacéutico.
Al final se trata de tener una visión innovadora en la manera de interactuar con el usuario, que agilice su acceso a los servicios farmacéuticos reduciendo periodos de espera y, en consecuencia, aumentando la calidad y cantidad de los servicios que una farmacia puede prestar.
Píldoras digitales y teleasistencia
La teleconsulta es uno de los ejemplos del uso de esta tecnología que más oportunidades está brindando en el ámbito de las farmacias. Es uno de los modelos que tiene como objetivo potenciar el papel del farmacéutico y la accesibilidad a farmacia.
Otro ámbito que se verá favorecido es el de los fármacos inteligentes, gracias a la irrupción de Abilify MyCite, la primera pastilla digital comercializada en Estados Unidos. Está compuesta por un medicamento antipsicótico para el tratamiento de algunos cuadros de desórdenes como la esquizofrenia o el trastorno bipolar y un sensor digital comestible que reacciona con el ácido estomacal para enviar una señal eléctrica a una banda pegada en la piel del paciente. La señal pasa descodificada a una app donde el propio paciente y el doctor pueden monitorizar dicha información. El objetivo principal de esta pastilla es mejorar la adherencia al tratamiento de pacientes con enfermedades mentales.
Digitalización de la farmacia
En todo el mundo las farmacias se están posicionando por dar el mejor servicio, posicionándose al lado del paciente-cliente de forma efectiva mediante la digitalización de toda su cartera de servicios. Si el servicio médico está en internet, el servicio farmacéutico también debe estar en internet. Esta revolución no ha hecho más que empezar. En Solufarma pensamos que las TIC son motor de cambio del sistema farmacéutico y por ello vamos a acompañar a los agentes involucrados en su transformación digital.